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Tuesday 08 of October 2024

Los juegos de mesa más famosos de la historia


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Sacamos del baúl de la memoria una serie de pasatiempos clásicos que gozan de plena vigencia.

Los juegos de mesa son siempre aliados inmejorables cuando se celebran encuentros de amigos o familiares. Hay muchísimos entre los que elegir, y en un mundo cada vez más digital son una herramienta analógica que conecta con la nostalgia. Todos y cada uno de vosotros seguro que podéis rememorar con claridad aquella partida especial que disputasteis en un contexto único. Los juegos de mesa no tienen problemas en situarse en la primera línea de batalla cuando entramos en conflicto con el aburrimiento; y por muy complicado que sea el escenario, casi siempre vencen.

A continuación, expondremos una enumeración de los que podemos considerar como los más populares. Es el momento de abrir ese cajón lejano del comedor y desempolvar los tableros.

Rompamos el hielo con un juego de naipes que se ha mantenido inalterable con el avance de los años: el póquer. De su larga trayectoria como pasatiempo no solo hemos mantenido el juego en sí. También hemos asimilado expresiones características de su práctica como es el caso del “all in”. Las variedades más populares del mundo son el Texas Hold’em y el Omaha, con cuatro rondas de apuestas. Sus reglas son ampliamente conocidas, y a grandes rasgos se mantienen sin evoluciones tangibles a pesar de su longevidad. Todavía goza de plena vigencia gracias a su accesibilidad y normas claras. Aquí radica una de las claves de su éxito.

El segundo juego de mesa de nuestra lista es el ajedrez, un entretenimiento que ha desatado verdaderas pasiones. El tablero simula un campo de batalla donde debemos imponernos a nuestros rivales. Para ello debemos colocar las fichas en una determinada posición, ir avanzando las casillas e intentar eliminar a los efectivos rivales. Es necesario elegir entre negras y blancas, concepto que hace referencia al color de las figuras. Una de las series de reciente éxito de Netflix, Gambito de Dama, tiene un argumento centrado en su práctica.

Otro aliado imprescindible de las sobremesas modernas es el Trivial. En el juego debemos utilizar nuestros conocimientos en cultura general para responder a una serie de preguntas. Quien consiga responder con éxito la mayor cantidad de interrogantes es quien acaba imponiéndose. Es necesario sumar seis respuestas afirmativas repartidas en el mismo número de bloques temáticos. También se debe responder a una pregunta final que determina el triunfo. Gracias a su polivalencia, el Trivial dispone también de adaptaciones centradas en obras de la cultura popular. Ediciones temáticas centradas en sagas cinematográficas, libros, fútbol… Un universo inacabable.

Y si hablamos de ediciones especiales, uno de los reyes en ese sentido es el Monopoly, que se ha mantenido incombustible desde la primera mitad del siglo XX, período en el que fue inventado. La finalidad del juego es muy sencilla. Es necesario crear un monopolio inmobiliario construyendo diversas edificaciones a lo largo del mostrador. Una superficie que está dividida en diversas avenidas y calles que representan a sus homólogas de la vida real. Cuando lleguemos a una determinada casilla, podemos construir casas u hoteles, que posteriormente nos aportarán beneficios cuando otro participante del juego recaiga sobre ellas. Gana al usuario que alcance el monopolio en la partida, haciendo referencia al título del juego. Entre las ediciones más espectaculares encontramos sagas millonarias como Star Wars, Harry Potter, el Señor de los Anillos o Super Mario Bros. La imaginación al poder.

Volvemos al ámbito tradicional para cerrar la lista. Es el momento de hablar sobre las bondades de dominó, un juego de mesa milenario que se inventó en la actual China. Las fichas presentan varios puntos que les aportan un valor numérico. Para ganar debemos hacer coincidir la cifra que aparece una de las secciones de la pieza, con las mismas de otra. Si nos quedamos sin ninguna de ellas, habremos ganado. Si no tenemos la oportunidad de colocar ninguna sobre la mesa, deberemos robar una nueva. Hoy en día es habitual ver a muchas personas de todo el mundo disfrutando de este juego en muchos bares y restaurantes. Otra propuesta efectista y divertida que brilla por su sencillez.